lunes, 22 de diciembre de 2014

Una gota entre las rocas (poema)

Sos como una gota de agua que nace al abrirse paso entre las rocas. Desemboca de entre la arena y los filos para emerger en forma de manantial, de laguna, de río caudaloso.
Sos como el oasis en el desierto que resguarda entre sus dátiles la vida que le ha sabido esconder a las arenas ladronas y escurridizas.
Sos la verdadera torre de marfil, sos algo mejor que una inmaculada virgen sin la gracia de la desgracia humana. Sos mucho más que una constelación mareada en el ciclo del cielo.
Sos artesanal. Sos hecha a mano, un accidente controlado o la metodología aleatoria de la belleza que brota de la pudrición y la necrosis.
Sos un diluvio.
Sos un pozo frío, reconfortante. Sos la noche en alas suaves corriendo sobre el perfume del sudor a la hora del estruendo.
Sos mis sábanas y mi cama y mi cuarto y mi almohada y mi aire y mi ventana al mundo y mi luna en el cielo y mi silencio atronador.
Sos mía y yo tuyo.
Sos lo que sos por oposición a aquello que te quisieron imponer. Sos el reflejo luminoso de una sombra a medias.
Sos la que sonríe dentro del agua con labios de fuego
Sos la chispa y yo el viento que aviva las flamas del fuego.

Somos el brote que nace luego del incendio.

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Una gota entre las rocas (poema)

Sos como una gota de agua que nace al abrirse paso entre las rocas. Desemboca de entre la arena y los filos para emerger en forma de manantial, de laguna, de río caudaloso.
Sos como el oasis en el desierto que resguarda entre sus dátiles la vida que le ha sabido esconder a las arenas ladronas y escurridizas.
Sos la verdadera torre de marfil, sos algo mejor que una inmaculada virgen sin la gracia de la desgracia humana. Sos mucho más que una constelación mareada en el ciclo del cielo.
Sos artesanal. Sos hecha a mano, un accidente controlado o la metodología aleatoria de la belleza que brota de la pudrición y la necrosis.
Sos un diluvio.
Sos un pozo frío, reconfortante. Sos la noche en alas suaves corriendo sobre el perfume del sudor a la hora del estruendo.
Sos mis sábanas y mi cama y mi cuarto y mi almohada y mi aire y mi ventana al mundo y mi luna en el cielo y mi silencio atronador.
Sos mía y yo tuyo.
Sos lo que sos por oposición a aquello que te quisieron imponer. Sos el reflejo luminoso de una sombra a medias.
Sos la que sonríe dentro del agua con labios de fuego
Sos la chispa y yo el viento que aviva las flamas del fuego.

Somos el brote que nace luego del incendio.

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jueves, 18 de diciembre de 2014

Misunderstatements (micro ensayo)

...can't remember what they said - Tool

  • La intolerancia del hipotálamo a la estupidez ajena. Evolución a fin de cuentas. El pendejismo prójimo hace daño, a veces se contagia y los genes no han desarrollado mecanismo de defensa ante la infección una vez declarada. Yo soy alérgico y a la menor partícula idiota en el aire los estornudos me hacen salir de ahí.

  • La entereza del sentimiento más puro es a veces aplastante. De veras. Cuando el sentir es una roca traslúcida, inmutable, inquebrantable, irreductible ¿cómo diablos la partes para llevarla en el bolsillo contigo? Se convierte en carga que si bien reconforta al soltarse también hace doloroso cada paso que se toma...doloroso y satisfactorio, curiosamente. Las piedras grandes se acomodan primero. Las arenas agarran su rumbo solas, hasta las grietas más finas.

  • Las ambigüedades a veces son interesantes, pero indudablemente siempre matan un poco de uno. Es muy sencillo..dos fuerzas a ambos lados tiran hacia su propio rumbo, al final te acaban arrancando los brazos; así queda un poco de ti en ambas posibilidades. Y más tratándose de las recriminaciones autoservidas. Porque si bien a veces uno es su propio analista y verdugo, el "medio me corto la cabeza" nunca ha dejado satisfecho a nadie.

  • Son esos pinches detallitos, los jodidos puntitos en la imagen, los chasquiditos o zumbidos en la música, tras las orejas, la única imperfección en el asiento, las que más ahuyentan la presencia de la paz. Y las piedritas entre personas más que ninguna otra. La falta del algo en el saludo, en el habla, en la palabra escrita; o la presencia de pastosidades en la comunicación, en el actuar del otro a veces por un impulso naive o idiota y accidental. A veces es el accidente inconsciente el que más molesta precisamente por su ridícula concepción inexistente en la mente. Un descuido nada más. Patrañas. Ningún signo más claro de la mente del otro que lo que hace "sin querer" o "sin darse cuenta". No hay voz más sincera que la del error puro y resbaladizo.

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Misunderstatements (micro ensayo)

...can't remember what they said - Tool

  • La intolerancia del hipotálamo a la estupidez ajena. Evolución a fin de cuentas. El pendejismo prójimo hace daño, a veces se contagia y los genes no han desarrollado mecanismo de defensa ante la infección una vez declarada. Yo soy alérgico y a la menor partícula idiota en el aire los estornudos me hacen salir de ahí.

  • La entereza del sentimiento más puro es a veces aplastante. De veras. Cuando el sentir es una roca traslúcida, inmutable, inquebrantable, irreductible ¿cómo diablos la partes para llevarla en el bolsillo contigo? Se convierte en carga que si bien reconforta al soltarse también hace doloroso cada paso que se toma...doloroso y satisfactorio, curiosamente. Las piedras grandes se acomodan primero. Las arenas agarran su rumbo solas, hasta las grietas más finas.

  • Las ambigüedades a veces son interesantes, pero indudablemente siempre matan un poco de uno. Es muy sencillo..dos fuerzas a ambos lados tiran hacia su propio rumbo, al final te acaban arrancando los brazos; así queda un poco de ti en ambas posibilidades. Y más tratándose de las recriminaciones autoservidas. Porque si bien a veces uno es su propio analista y verdugo, el "medio me corto la cabeza" nunca ha dejado satisfecho a nadie.

  • Son esos pinches detallitos, los jodidos puntitos en la imagen, los chasquiditos o zumbidos en la música, tras las orejas, la única imperfección en el asiento, las que más ahuyentan la presencia de la paz. Y las piedritas entre personas más que ninguna otra. La falta del algo en el saludo, en el habla, en la palabra escrita; o la presencia de pastosidades en la comunicación, en el actuar del otro a veces por un impulso naive o idiota y accidental. A veces es el accidente inconsciente el que más molesta precisamente por su ridícula concepción inexistente en la mente. Un descuido nada más. Patrañas. Ningún signo más claro de la mente del otro que lo que hace "sin querer" o "sin darse cuenta". No hay voz más sincera que la del error puro y resbaladizo.

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