Comenzamos para terminar.
Los comienzos son luces amarillas brillantes
que se encienden en algún salón enorme.
Y desde un rincón sombrío me miras
con figuras taciturnas que respiran
que se mueven y que gritan
en medio de los dos.
No te conozco y sin embargo te necesito.
El mundo es el punto de encuentro de las almas
y el polvo es la ceniza que queda de los mundos anteriores.
1 de Septiembre de 2008
Etiquetas: fotografías, Pensamiento, poesía