sábado, 4 de febrero de 2012

Pizza de cochinita

Desmotivaciones que no atino
a desvanecer.
 Parece que apenas estoy reconociendo
 las texturas del mundo que me aprisiona
como si mi piel apenas supiera de sus capacidades 
sensoriales.

Y parece poca cosa
que con el rodar de mis rodillas,
(pausa para enfatizar o matar la cacofonía...)
rutilantes las rótulas rotas
me vea aún tratando de cruzar el umbral
de mi pirámide, mi claustro, mi prisión
el relicario en que fui sellado.

Carambola 1:
puño, corazón, rostro.
Otra: rostro, hígado y gónadas.
Ningún "tilt" anuncia el premio escupido
por la máquina torpe y babosa,
tambaleante,
hambrienta de más monedas
incrustadas por el orificio dispuesto por el Señor en su gran sabiduría
 para ello.

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3 comentarios:

Blogger Ebasteb ha dicho...

Carajo...

4 de febrero de 2012, 0:26  
Blogger Jula Malversada ha dicho...

Qué amorfo... O_O

Interesante, oscuro en esa particular manera, como tú.

5 de febrero de 2012, 0:45  
Blogger Uriel Cormorán ha dicho...

No le entiendo XD
Pero tiene buen sazón(?)

22 de febrero de 2012, 22:09  

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