domingo, 2 de abril de 2017

InDeTerminaciones (poema)


Son indeterminaciones mías
las ganas de convertirme en tienda de acampar.

Me explico:
véase la crucifixión del plástico
con clavos de grueso calibre
con los que se le ata a las entrañas del suelo.

Extiéndasele
bien extendida,
distendida,
desentendida de que lo peor apenas viene.

Traspásesele como a san Felipe:
con dos lanzas oblicuas
que se unan en la espina a la manera de una X.

Ínfleseme el pecho y el vientre
con aire al arquear las lanzas,
casi al punto de astillamiento.

Y finalmente, con las ganas de convertirme
en tienda de acampar,
con la indeterminación de servir de refugio y acogida,
rellénesenos el interior
con criaturas vivas, viles, viscosas
que se retuerzan,
devoren,
rían,
y hasta copulen
en el interior de uno,
como pie que martiriza al calcetín.

Así de absurdo suena,
pero ¿lo es?, ¿es absurdo?

Lo mismo de absurdo acuso,
con el dedo y la mente y la entraña,
en la «obligación» moral idiota y repetitiva
de procrear,
de reproducirse,
de fallar al clonarse,
de convertir a toda la tierra
en una simple y sucia
tienda de acampar
indeterminada.
Fotografía tomada por mi. Tomada en Tórim, Río Yaqui, Sonora, México

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2 comentarios:

Blogger Uriel Cormorán ha dicho...

Nuevamente me da tremendo gusto volver a las entradas que antes no logré comentar, a esta por una razón: hace unas horas soñé que la tierra estaba tan sobrepoblada que debía de gestionarse el agua de manera histérica. Si para cultivo o para uso personal. Fue algo así como un desencadenamiento de ideas, de transpasar los campos a la ciudad, del riego, de la sobrepoblación y finalmente de la gestión del recurso.

En mi universo de ficción, la reproducción es selectiva y llevada a cabo por autoridades, a merced del control poblacional. Todos los hombres son estériles, pero las autoridades pueden reactivar la fertilidad si hay vacantes generacionales. Todo muy monitoreado y burocrático. ¿Qué te parece?, estoy seguro que serías de sus primeros defensores jajaja por otro lado, me resulta chistozo imaginar una escena donde el hombre llega a casa con su mujer y celebran el permiso para tener un bebé como si de ganar la lotería se tratase.

Saludos carnal, estaría chido una ronda de tragos para hipotetizar cosas de esta natura.

3 de junio de 2017, 12:16  
Blogger Manuel Malagüero ha dicho...

Ya se viene el tiempo de compartir esos tragos, hermano. El universo de ficción que mencionas tiene desde ya mi voto, jajaja. Por favor, escríbelo en un futuro! Y, sobre el tema (y hasta como inspiración te puede servir, además de entretenimiento bueno) te recomiendo que veas una serie inglesa que se llama "Utopia"...es como lo que acabas de decir, y al final, cuando las piezas encajan, recuerdas un poquito al bueno de Crake. Ya verás de qué hablo. Abrazo!

3 de junio de 2017, 20:24  

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