jueves, 17 de junio de 2010

Composición

A continuación un viejo poema que encontré al atravesar las esferas perdidas de mi computadora. Con algo de edición moderna, claro está. Disfruten:

Se hunden mis raíces en un suelo ya árido y perdido.
Se posan mis ojos en una sombra en otro tiempo imponente.
Se tornan rojos los atardeceres como las ascuas que me atrapan en mi habitación ardiente y asfixiante.
Se cruzan mis labios con los tuyos, se funden, se vuelven uno.

Al filo de la noche te descubro, me interrogas...me hundo.
Las pieles se entretejen como las hebras de la capucha que me ciega y me hace resbalar de nuevo en el panorama serpenteante de tu silueta.
Me encuentro en el paradigma de tu cuerpo, en las interrogantes y la pausa de tu piel.
Pero es la misma incertidumbre de la noche en que te envuelves, alejándote, la que me hace correr ciego tras tu aroma y alcanzarte siguiendo la armonía de tu voz.
El tímido grito de tu cuerpo, el aura que te mantiene vertida en mí...el susurro que me invita a seguirte.

Y tomo lo que es mío...esto es mío. La locura cicatrizada en el alma como parte de nuestros pensamientos.
La inercia de mis manos tercas y ávidas del magma del cuerpo deseado.
La incoherencia en presencia de tu compañía, el tímido verso inspirado en tu sonrisa, la inerte respuesta de tu ser y la inocente caricia que despreciás, tu sabés.
Y es que soy un extraño, un fuereño, intruso de mi propia habitación, sin nada a que aferrarme excepto a tu espalda...deslizarme sobre ella cual avalancha que desciende por la montaña y aterriza en tu boca.
Me enciende, la intriga, como la vez primera: la veo y no, no en su totalidad.
Me voy, pero no sin antes dejar inciso en la roca primordial mi nombre, un verso interminable y tu nombre. Esperando que coloques tu propio verso tras él...para continuar como hacen los ciclos diarios y vitales.

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2 comentarios:

Blogger Uriel Cormorán ha dicho...

No soy un buen critico, pero me parece que tu poema le hace falta algo, porque de que tiene feeling pues sí, pero se queda corto... quizá soy demasiado exigente y en el momento de escribirlo buscabas la cotidianidad del buen amor, aunque tu vocabulario siempre viene a ser y hacer la diferencia.

17 de junio de 2010, 23:32  
Blogger Little bit ha dicho...

Siempre la sensualidad de su escritura me impacta, es tan cortés y fina la manera en que logra expresarse, que logra cautivar todos mis sentidos. No sé cómo lo hace usted pero sin duda alguna es cautivante toda su persona.

18 de junio de 2010, 23:20  

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