Séptima estrella...
Siete años atrás...
Cuaderno de notas (el comienzo de todo)
Ni siquiera tiene objeto decir lo ofuscado que me sentí de camino al parque. El reloj marcaba las 3:57 p.m.
Pero esta vez no fue como la anterior. Pude verlo acercarse lentamente por la acera de enfrente mirando al suelo en todo momento; incluso al cruzar la calle.
Se sentó a mi lado con parsimonia y pude observar que en realidad llevaba lentes redondos y oscuros y una barba que no había rasurado en 4 días aproximadamente.
Inesperadamente levantó su rostro (el cual no describiré tanto porque me resulta francamente imposible como porque si lo intentase probablemente no lograría transmitir el "aura" que el solo verlo me provocaba escalofríos y una cierta ansiedad) y me miró desde debajo de sus lentes oscuros:
-Estamos en guerra. Una guerra que difícilmente podemos ganar.
Hizo un silencio desmesuradamente largo y luego añadió:
-Pero existen algunas pequeñas oportunidades que debemos aprovechar antes que sea tarde...
Repitió el largo silencio de antes como esperando a que yo dijera algo, aunque me limité asentir con la cabeza. No quería decir nada hasta que hubiera terminado su explicación:
-Y usted sería una pieza clave para alcanzar éstas oportunidades.
-¿Cómo?
-Llevándonos hasta ellas. Ya se lo dije por teléfono: Háganos llegar a M'tneth lo antes posible. El enemigo se moviliza y rastrea casi todos nuestros movimientos.
-Yo no sé cómo llegar a...a ese lugar que dice.
-Oh, claro que lo sabe, sólo que no tiene idea que la dirección está grabada ahí en su mente y hasta en su código genético...No se preocupe ya que de aceptar comprenderá usted mejor.
-Antes de seguir con su discurso acláreme, ¿quién es el enemigo, según ustedes?
-Esa es la verdadera primer pregunta que debió hacer. Ahí es donde radica todo esto y a su vez me temo que es la pregunta más difícil de contestar...cuando menos de manera que pueda usted comprenderla o creerla.
-¡Inténtelo!
-De acuerdo- dijo y miró a ambos lados para cerciorarse que nadie escuchara -pero será más indigerible de lo que usted cree.
"Este mundo- prosiguió bajando aún más su tono lo cual lo hizo sonar casi como una vibración inaudible- es regido por fuerzas más allá de su imaginación, seres de pesadilla que reptan por la tierra y se sumergen en los abismos más profundos del mar. Estos seres son presos ancestrales procedentes de un tiempo anterior al Sol y su sistema. No son extraterrestres en el sentido coloquial. Son seres que provienen de más allá de los tiempos pensables y que una vez conformaban el Caos primordial que reinaba en el Universo.
No pude comprender al momento la magnitud de lo que acababa de decirme, me limité a tratar de imaginar una cosa semejante y fue ahí que comencé a comprender algunas cosas de mi pasado. Pero con un carraspeo me sacó de mi ensimismamiento y continuó:
-Debe usted saber que éstas fuerzas no son lo que comprendemos como "malas o buenas". Son entes que pretenden volver al Caos primigenio del que brotó el Universo.
"Tienen capacidades psíquicas inimaginables. Son capaces, desde sus prisiones antiguas, de hacer que sus lacayos (tanto humanos como no humanos) hagan ciegamente lo que se les ordena.
-...Pero...¿por qué?...¿por qué ahora?
-Las fuerzas que los han mantenido encerrados en este mundo se están agotando. Las estrellas están próximas a estar correctas en el cielo lo cual romperá sus cerraduras y podrán convertir todo en caos informe. Han comenzado a mover sus piezas para preparar su regreso. Y usted amigo es una de las llaves transmitidas de generación en generación para que accedamos a los lugares olvidados donde fueron escondidos los secretos que los mantendrán presos otra eternidad...
Etiquetas: Novela, Séptima estrella
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