Finalética
Ando corto de ideas...la boca me gruñe seca por forzarla a balbucear...mis dedos fríos no atinan a escribir los pensamientos que circundan bajo mi cráneo altamente presurizado.
Los pasos en el corredor, los ladridos furiosos que se convierten en chillidos despavoridos y el cántico melodioso de los demonios afuera entre los árboles arman el concierto ideal de mi deceso.
Por alguna buena razón me sonrío.
Los pasos quebradizos se agudizan como letanía que alcanzara el culmen.
La puerta resuena bajo un golpe de huesos.
Me levanto, me pongo la gabardina y me calzo los zapatos.
Abro la puerta y le dejo entrar.
Toma asiento junto a mi escritorio, sobre mi cama y con un ademán me indica que termine lo que hacía.
Sin más tomo asiento y hundo de nuevo la pluma en el tintero.
Siento su mirada en mi cuello. Esa mirada carente de ojos que quema desde las cuencas vacías.
Le veo sonreír. Su "piel" cruje con el gesto recreando los mil surcos profundos que forman su rostro.
Ahora me levanto y le invito a seguirme.
Y sin mover los labios del gesto de sonrisa infame me hace saber que soy yo quien le debe seguir.
Etiquetas: cuento
4 comentarios:
rarrs amor que bonita entrada del año me da gusto que sirvan nuestras conversaciones jejeje no la vdd quedó muy padre me gustó :D
Si el anterior era chingón, este se merece todo un reconocimiento... frenético, inteligente, ágil... muy pero muy perrón. Larga vida, buena vibra.
Ah! saludos a la pseudo Mariana, si lo es, verdad?
jejeje hola Uriel, jajaja si, si lo es
saludos también para ti
ciao
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