viernes, 2 de marzo de 2012

Sacrificium

Ofrezco esta carne.
Un cuerpo que se ataca,
unas manos que se estrangulan
y unos pies que precipitan al resto del cuerpo
hacia
las
rocas.

Pero no soy ojo de aguja ajena,
ni tú, el camello metafórico
que debe estrujarse dentro de mí.

No soy tu Vía Dolorosa
ni tu Puerta Dorada.
No soy tu san Pedro, ni tu hacha, ni tu parrilla.
No entres al cielo por mi, ni en mi nombre.

Si soy tu Gólgota y tus clavos,
y la Legión que te roe por dentro...

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1 comentarios:

Blogger Uriel Cormorán ha dicho...

Felicidades! eres un anticristo y ojalá un jinete del advenimiento. El titulo en latín muy acorde a tu tono.

2 de marzo de 2012, 23:02  

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