Esponja
De una vez, otra arcada punzante en el cuerpo me obliga a escribir algo más.
Reconozco mis aciertos y mis errores. Soy muy conciente de ello...solo que a veces no quisiera estarlo tanto. Estar conciente de las cosas no las resuelve, las empeora, las hace que se burlen de uno en su cara y lo abofeteen con sus risotadas.
Razonaba el otro día y me di cuenta que por mi forma de ser, (soy 9...otro día los llevo a nadar allá, niños) soy básicamente una esponja.
UNA JODIDA ESPONJA.
Y no hay problema generalmente. Pero como toda esponja y artículo de uso rudo, el material se desgasta, se satura y deja de cumplir su función: se echa a perder.
En pocas palabras. Soy un humano-esponja y como tal puedo recibir la basura, la porquería, la ira, la ignominia, los ataques, la indiferencia y demás agresiones y sobresaltos de manera "amortiguada". Nadie comprende que es el trabajo más castroso del mundo.
Tener que soportar las vejaciones ajenas y poner tu mejor cara siempre, no la otra mejilla, pero sí una sonrisa estúpida y mecánica que les asegure que eres una columna, un atlante inamovible en el que pueden desquitar su frustración siempre que puedan. Bueno, de eso no me quejo tanto, la confianza de las personas es algo muy valioso por motivos que no quiero describir aquí.
Pero el que uno tenga siempre buena cara para los demás y sus problemas, en especial de los seres más cercanos NO SIGNIFICA QUE UNO NO SE AGRIETE, SE PULVERICE Y DISGREGUE DESDE ADENTRO POCO A POCO.
Las personas más cercanas, las más queridas son las que más lastiman ya que sus ataques traspasan sin más la barrera con que contamos.
Lo que quiero decir es que ésta esponja está a punto de dejar de servir temporalmente. Literalmente el estrés propio y ajeno me llegan hasta el cuello (la nuca mas bien, en forma de túmulos rígidos y estertores de dolor súbitos) y siento una presión extraña en la base del cuello. Si sigo tragando y filtrando el aire para los ingratos que me rodean, terminaré por hartarme de ellos y de toda su polución y en vez de darles aire filtrado temo terminar envenenandolos a propósito.
Ésta esponja esta llegando a su límite. Sí, pasa cada alineación planetaria, pero está por ocurrir de nuevo y si pudiera quisiera no estar cerca cuando ocurra.
Sí, sirvo nada más de sostén, de poste, de columna...pero si me sobrepasan y me quiebro podría de buena gana dejarme caer y llevarme al infierno conmigo a todos los infelices que queden atrapados en el colapso de la estructura completa.
HE DICHO
Reconozco mis aciertos y mis errores. Soy muy conciente de ello...solo que a veces no quisiera estarlo tanto. Estar conciente de las cosas no las resuelve, las empeora, las hace que se burlen de uno en su cara y lo abofeteen con sus risotadas.
Razonaba el otro día y me di cuenta que por mi forma de ser, (soy 9...otro día los llevo a nadar allá, niños) soy básicamente una esponja.
UNA JODIDA ESPONJA.
Y no hay problema generalmente. Pero como toda esponja y artículo de uso rudo, el material se desgasta, se satura y deja de cumplir su función: se echa a perder.
En pocas palabras. Soy un humano-esponja y como tal puedo recibir la basura, la porquería, la ira, la ignominia, los ataques, la indiferencia y demás agresiones y sobresaltos de manera "amortiguada". Nadie comprende que es el trabajo más castroso del mundo.
Tener que soportar las vejaciones ajenas y poner tu mejor cara siempre, no la otra mejilla, pero sí una sonrisa estúpida y mecánica que les asegure que eres una columna, un atlante inamovible en el que pueden desquitar su frustración siempre que puedan. Bueno, de eso no me quejo tanto, la confianza de las personas es algo muy valioso por motivos que no quiero describir aquí.
Pero el que uno tenga siempre buena cara para los demás y sus problemas, en especial de los seres más cercanos NO SIGNIFICA QUE UNO NO SE AGRIETE, SE PULVERICE Y DISGREGUE DESDE ADENTRO POCO A POCO.
Las personas más cercanas, las más queridas son las que más lastiman ya que sus ataques traspasan sin más la barrera con que contamos.
Lo que quiero decir es que ésta esponja está a punto de dejar de servir temporalmente. Literalmente el estrés propio y ajeno me llegan hasta el cuello (la nuca mas bien, en forma de túmulos rígidos y estertores de dolor súbitos) y siento una presión extraña en la base del cuello. Si sigo tragando y filtrando el aire para los ingratos que me rodean, terminaré por hartarme de ellos y de toda su polución y en vez de darles aire filtrado temo terminar envenenandolos a propósito.
Ésta esponja esta llegando a su límite. Sí, pasa cada alineación planetaria, pero está por ocurrir de nuevo y si pudiera quisiera no estar cerca cuando ocurra.
Sí, sirvo nada más de sostén, de poste, de columna...pero si me sobrepasan y me quiebro podría de buena gana dejarme caer y llevarme al infierno conmigo a todos los infelices que queden atrapados en el colapso de la estructura completa.
HE DICHO
Etiquetas: Grito, Ñeh, Pensamiento
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