domingo, 27 de noviembre de 2011

Ni idea

Sólo se me ocurrió que podía venir aquí y aventar dos o tres sucios chorretes de melancolía y congestión. Los pasos andados me resuenan en los oidos, y el palpitar de tus pechos se me antoja lejano, dulcemente lejano.
Pienso esto mientras dejo de oír la canción que a dúo cantan Justino y su guitarra junto al fuego. El frío descendió con singular rapidez esta noche, o acaso los días se están acortando. 
-Ven- Sonia me insta a volver de mi interior. Ella siempre ha fungido como el ancla que del tobillo me mantiene clavado a esta árida tierra. También es la única que puede hacerlo. Y la única a la que se lo permito. La única.
Entreabro los ojos porque el polvo me pesa en las pestañas y el sueño me pesa más en la nuca. Con las manos me retuerzo el cuello hasta escucharlo crujir. A Sonia nunca le ha gustado que lo haga. Piensa que es un intento de suicidio...Sin embargo no puede evitar observarme al hacerlo, guiada por algún morbo que no comprendo. Aunque quizá sólo sea que se preocupa de que un día se me pase la mano.
Justino calla súbitamente pero su guitarra persiste con un ligero aullido que se va desvaneciendo mientras otro sonido se eleva de entre los matorrales. Aparece la pareja que nos acompaña, tomados de la mano pero con semblantes durísimos. No recuerdo sus nombres.
Un escalofrío nos recorre a todos. El aire helado vuelve a arreciar. Son como rachitas que se intercalan. Y encima, esta jodida estepa que parece no cambiar nunca, ni de cielo, ni de aire, ni de matas, ni de nopales, ni de tierra o piedras.
-Ya sabes- Sonia además parece leer mi pensamiento cuando me vuelco totalmente a él -Sabes que no estamos aquí por placer o por el afán de llegar a algún destino.
Eso lo sé. Pero a veces me molesta que me lo recuerde. Lo tengo muy claro, pero no por eso debo estarlo pensando todo el tiempo.
Mejor me invento una historia, aprovechando que Justino y su Dama se han ido a dormir y que la anónima pareja parece ahora discutir con susurros al oído un tanto más alejados del fuego:
-Imagina, Sonia, que súbitamente un viento nos arrancara del piso y nos jalara para arriba. Y que no pudiéramos hacer nada al respecto. Como si Dios mismo nos llamara con carne y todo al Juicio a llevarse a cabo en algún trozo del Cielo Nocturno. Trata de verlo así, en el horizonte, mirando hacia la ciudad allá detrás del cerro más lejano, cómo las columnas de gente son succionadas por un aliento titánico. ¿Intentarías agarrarte de algo? ¿A qué te aferrarías?
-La verdad no creo necesitar aferrarme a algo; si acaso a ésta cómoda piedra que adopté como silla. No creo que mi nombre figure siquiera en la lista de acusados en el Juicio. Lo mío será más como sentencia instantánea. No creo que Dios me quiera cerca de Él. Pero sí sé a qué te aferrarías tú.- Se queda mirando el baile del fuego sobre las ramas secas.
-¿Ah, sí?- De antemano sé que ella sabe. Nos conocemos demasiado.
-Sí.
-Y bien, ¿a qué me aferraría?
-A mí. -Y sonríe. Yo también sonrío viéndola cómo a su vez ella ve las llamas y las incita picándolas con una vara.
-Ven, ya hay que dormir.
Se pone en pie y nos alejamos un tanto de los demás. Veo a la pareja de extraños que se acurrucan espalda contra espalda. Extiendo las mantas y luego nos extendemos nosotros sobre ellas. Yo estoy boca arriba viendo las estrellas antes de cerrar los ojos. Sonia me da la espalda, hecha bola, como platicando consigo misma. Luego, recién cierro los ojos, siento que sus manos se agarran de mi brazo. Me doy la vuelta y quedamos frente a frente aunque no abre los ojos; la miro luchando contra el instinto de hacerlo. El cansancio me vence y cierro los míos. La atraigo hacia mi y meto un brazo bajo su cabeza a manera de almohada. Así me quedo dormido, aferrado a ella, por si acaso en la madrugada se le ocurriera a Dios llamarnos a todos a rendirle cuentas.

Etiquetas: , , ,

Ni idea

Sólo se me ocurrió que podía venir aquí y aventar dos o tres sucios chorretes de melancolía y congestión. Los pasos andados me resuenan en los oidos, y el palpitar de tus pechos se me antoja lejano, dulcemente lejano.
Pienso esto mientras dejo de oír la canción que a dúo cantan Justino y su guitarra junto al fuego. El frío descendió con singular rapidez esta noche, o acaso los días se están acortando. 
-Ven- Sonia me insta a volver de mi interior. Ella siempre ha fungido como el ancla que del tobillo me mantiene clavado a esta árida tierra. También es la única que puede hacerlo. Y la única a la que se lo permito. La única.
Entreabro los ojos porque el polvo me pesa en las pestañas y el sueño me pesa más en la nuca. Con las manos me retuerzo el cuello hasta escucharlo crujir. A Sonia nunca le ha gustado que lo haga. Piensa que es un intento de suicidio...Sin embargo no puede evitar observarme al hacerlo, guiada por algún morbo que no comprendo. Aunque quizá sólo sea que se preocupa de que un día se me pase la mano.
Justino calla súbitamente pero su guitarra persiste con un ligero aullido que se va desvaneciendo mientras otro sonido se eleva de entre los matorrales. Aparece la pareja que nos acompaña, tomados de la mano pero con semblantes durísimos. No recuerdo sus nombres.
Un escalofrío nos recorre a todos. El aire helado vuelve a arreciar. Son como rachitas que se intercalan. Y encima, esta jodida estepa que parece no cambiar nunca, ni de cielo, ni de aire, ni de matas, ni de nopales, ni de tierra o piedras.
-Ya sabes- Sonia además parece leer mi pensamiento cuando me vuelco totalmente a él -Sabes que no estamos aquí por placer o por el afán de llegar a algún destino.
Eso lo sé. Pero a veces me molesta que me lo recuerde. Lo tengo muy claro, pero no por eso debo estarlo pensando todo el tiempo.
Mejor me invento una historia, aprovechando que Justino y su Dama se han ido a dormir y que la anónima pareja parece ahora discutir con susurros al oído un tanto más alejados del fuego:
-Imagina, Sonia, que súbitamente un viento nos arrancara del piso y nos jalara para arriba. Y que no pudiéramos hacer nada al respecto. Como si Dios mismo nos llamara con carne y todo al Juicio a llevarse a cabo en algún trozo del Cielo Nocturno. Trata de verlo así, en el horizonte, mirando hacia la ciudad allá detrás del cerro más lejano, cómo las columnas de gente son succionadas por un aliento titánico. ¿Intentarías agarrarte de algo? ¿A qué te aferrarías?
-La verdad no creo necesitar aferrarme a algo; si acaso a ésta cómoda piedra que adopté como silla. No creo que mi nombre figure siquiera en la lista de acusados en el Juicio. Lo mío será más como sentencia instantánea. No creo que Dios me quiera cerca de Él. Pero sí sé a qué te aferrarías tú.- Se queda mirando el baile del fuego sobre las ramas secas.
-¿Ah, sí?- De antemano sé que ella sabe. Nos conocemos demasiado.
-Sí.
-Y bien, ¿a qué me aferraría?
-A mí. -Y sonríe. Yo también sonrío viéndola cómo a su vez ella ve las llamas y las incita picándolas con una vara.
-Ven, ya hay que dormir.
Se pone en pie y nos alejamos un tanto de los demás. Veo a la pareja de extraños que se acurrucan espalda contra espalda. Extiendo las mantas y luego nos extendemos nosotros sobre ellas. Yo estoy boca arriba viendo las estrellas antes de cerrar los ojos. Sonia me da la espalda, hecha bola, como platicando consigo misma. Luego, recién cierro los ojos, siento que sus manos se agarran de mi brazo. Me doy la vuelta y quedamos frente a frente aunque no abre los ojos; la miro luchando contra el instinto de hacerlo. El cansancio me vence y cierro los míos. La atraigo hacia mi y meto un brazo bajo su cabeza a manera de almohada. Así me quedo dormido, aferrado a ella, por si acaso en la madrugada se le ocurriera a Dios llamarnos a todos a rendirle cuentas.

Etiquetas: , , ,

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Bulimia

Hoy no quiere utilizar la primera persona del singular. Hoy no está dentro de "yo"...está indispuesto. Favor de llamarle más tarde.
Más bien ha decidido convertirse en un par de manos autómatas que cumplan sus caprichos: ya sea que los arrebaten, los toquen, los modelen, los destruyan. Casualmente el instinto se ve muchas veces reflejado en estos apéndices tan propios, y a veces tan ajenos e independientes.
Y mientras las manos (que ahora son su ser) se afanan sin objetivo claro, decide también aportarse un par de oídos. La música que las manos han creado accidentalmente, en el teclear, en el modelar el barro, en la percusión del cuerpo cálido que presiente ahí junto.
Y las manos y oídos, en conjunto han decidido hacerse de un par de ojos, porque se dan cuenta de que el espacio adyacente es vastísimo y las manos solas no lo abarcan, ni los oídos lo perciben en el eco de la música. Así, los ojos no sólo reconocieron el volumen incomprensible que les rodeaba, sino las obras que habían realizado las manos y cómo éstas danzaban con las melodías que brotaban y se iban saltando.
Hoy no es él, ni yo. Hoy es lo que el universo fuera de él le pide que sea. Hoy más bien se dedica a dar consecuencia ilógica e inmediata a los impulsos que el exterior le derrama encima a marejadas.
Es, podría decirse, un reflejo. El acto inconsciente y mecánico que da respuesta a un evento, con otro similar y opuesto. Que tras haber transcurrido y vuelto al silencio, no puede evitar terminar en que el sujeto, primero sólo manos, oídos y ojos, se cuestione su constitución, profundice en su localización, indague sobre su origen, recree el pasado e invente un futuro, ahora sí, hablando consigo mismo en primera persona del singular.

Etiquetas: ,

Bulimia

Hoy no quiere utilizar la primera persona del singular. Hoy no está dentro de "yo"...está indispuesto. Favor de llamarle más tarde.
Más bien ha decidido convertirse en un par de manos autómatas que cumplan sus caprichos: ya sea que los arrebaten, los toquen, los modelen, los destruyan. Casualmente el instinto se ve muchas veces reflejado en estos apéndices tan propios, y a veces tan ajenos e independientes.
Y mientras las manos (que ahora son su ser) se afanan sin objetivo claro, decide también aportarse un par de oídos. La música que las manos han creado accidentalmente, en el teclear, en el modelar el barro, en la percusión del cuerpo cálido que presiente ahí junto.
Y las manos y oídos, en conjunto han decidido hacerse de un par de ojos, porque se dan cuenta de que el espacio adyacente es vastísimo y las manos solas no lo abarcan, ni los oídos lo perciben en el eco de la música. Así, los ojos no sólo reconocieron el volumen incomprensible que les rodeaba, sino las obras que habían realizado las manos y cómo éstas danzaban con las melodías que brotaban y se iban saltando.
Hoy no es él, ni yo. Hoy es lo que el universo fuera de él le pide que sea. Hoy más bien se dedica a dar consecuencia ilógica e inmediata a los impulsos que el exterior le derrama encima a marejadas.
Es, podría decirse, un reflejo. El acto inconsciente y mecánico que da respuesta a un evento, con otro similar y opuesto. Que tras haber transcurrido y vuelto al silencio, no puede evitar terminar en que el sujeto, primero sólo manos, oídos y ojos, se cuestione su constitución, profundice en su localización, indague sobre su origen, recree el pasado e invente un futuro, ahora sí, hablando consigo mismo en primera persona del singular.

Etiquetas: ,

domingo, 6 de noviembre de 2011

Panoramic tryout

Compártoles aquí una foto mía, armada con otras cuatro...Un primer intento bastante rudimentario de hacer una foto de tipo panorámico, ya que fue con cámara compacta, sin tripié ni nada. Pronto vendrán intentonas más depuradas...igual el armado y manipulación digitales le dieron algo de lustre.

Etiquetas:

Panoramic tryout

Compártoles aquí una foto mía, armada con otras cuatro...Un primer intento bastante rudimentario de hacer una foto de tipo panorámico, ya que fue con cámara compacta, sin tripié ni nada. Pronto vendrán intentonas más depuradas...igual el armado y manipulación digitales le dieron algo de lustre.

Etiquetas:

domingo, 16 de octubre de 2011

New horizons

New horizons
and a new kind of danger
ahead, beyond my arms.

Disarm, please, your troops and your will.
I ain't the enemy
I'm just a ghost passing by
Don't mind me, 
for I'm a scar on the road.

Silence is the moment between
when titans fall
and before they reach the ground.
Life begins after that...yet again.

Slippin', and the sensation of hunger...
A pill poured through the teeth,
or the lack of space in the lungs.
A failure in the dreaming sequence
or the shutting down
of the whole system...???

Etiquetas: , ,

New horizons

New horizons
and a new kind of danger
ahead, beyond my arms.

Disarm, please, your troops and your will.
I ain't the enemy
I'm just a ghost passing by
Don't mind me, 
for I'm a scar on the road.

Silence is the moment between
when titans fall
and before they reach the ground.
Life begins after that...yet again.

Slippin', and the sensation of hunger...
A pill poured through the teeth,
or the lack of space in the lungs.
A failure in the dreaming sequence
or the shutting down
of the whole system...???

Etiquetas: , ,

sábado, 15 de octubre de 2011

Aquel profundo suspiro

Acostúmbrame al error;
que el dolor estomacal no cese.
Que la migraña
me divida
el alma en pedacitos
y el suelo sobre el que descanse esté erizado como tu piel
                                                                     sorprendida.

Marejadas
                voluminosas
                                   e x p a n s i v a s
                                   de CALOR.
minúsculas partículas de agua que brotan,
se juntan en racimos en la espalda
en vano                tratan de              evitar             que el sistema se sobrecaliente.

Arráncame, de un ta---jo y sin más, el cuero pergaminoso
porque algún magnetismo en tu cadera
está arrastrandooooooo hacia ti
el hierro de mi sangre.

Etiquetas: , , ,

Aquel profundo suspiro

Acostúmbrame al error;
que el dolor estomacal no cese.
Que la migraña
me divida
el alma en pedacitos
y el suelo sobre el que descanse esté erizado como tu piel
                                                                     sorprendida.

Marejadas
                voluminosas
                                   e x p a n s i v a s
                                   de CALOR.
minúsculas partículas de agua que brotan,
se juntan en racimos en la espalda
en vano                tratan de              evitar             que el sistema se sobrecaliente.

Arráncame, de un ta---jo y sin más, el cuero pergaminoso
porque algún magnetismo en tu cadera
está arrastrandooooooo hacia ti
el hierro de mi sangre.

Etiquetas: , , ,

domingo, 2 de octubre de 2011

Las luces verdes y el alcohol en tu boca


¡Vámonos a donde el sol no pegue! A aquel rincón oscuro que llamamos habitación.

Yo le llamo habitación a tu receptáculo de sonidos y caricias. A tu conservorio hueco de piel cansina.
Vamos a esa madriguera nuestra.
Entiérrate, rebusca, revuelve la matriz de las emociones.
Deja que las sales del sudor cristalicen en los poros, que nos disgreguen, nos vuelvan polvo
Soplarnos mutuamente, para volar, volar, y ser nube efímera. Partículas con partículas de grises tonalidades, en el espacio que nos creamos para ser.
La invitación me encanta, es de las mías.
Por ahí dicen que a lo que te truje..
Y se me da ser Chencha, o chacha, o chucha.




Parte del trueque efímero entre Jula Malversada y éste humildísimo servidor que se decidió rescatar en favor del diezmado pero selecto público.

Etiquetas: , ,

Las luces verdes y el alcohol en tu boca


¡Vámonos a donde el sol no pegue! A aquel rincón oscuro que llamamos habitación.

Yo le llamo habitación a tu receptáculo de sonidos y caricias. A tu conservorio hueco de piel cansina.
Vamos a esa madriguera nuestra.
Entiérrate, rebusca, revuelve la matriz de las emociones.
Deja que las sales del sudor cristalicen en los poros, que nos disgreguen, nos vuelvan polvo
Soplarnos mutuamente, para volar, volar, y ser nube efímera. Partículas con partículas de grises tonalidades, en el espacio que nos creamos para ser.
La invitación me encanta, es de las mías.
Por ahí dicen que a lo que te truje..
Y se me da ser Chencha, o chacha, o chucha.




Parte del trueque efímero entre Jula Malversada y éste humildísimo servidor que se decidió rescatar en favor del diezmado pero selecto público.

Etiquetas: , ,

domingo, 25 de septiembre de 2011

Algún silencio ajeno

Ya sabes. De esos días en que te sientes maderita flotando en altamar y acorde aplastado entre los dedos de una bella mujer. Entre sus labios, mejor. Si va a doler, que valga la pena.
Tiendo a tenderme bajo la tienda, y así, tendido y a tientas voy tentando las tentaciones con que el Tentador se ve tentado a tentarme...tan débil es su voluntad. La mía también y sucumbo a su danza.
¡Danza! Por su parte Dios se manifiesta en ella: la prueba de su existencia está en la genética perfectamente obrada de la mujer, que nace queriendo mover su cuerpo al ritmo de unos tambores, de unos aplausos, de unas monedas o de un suspiro.
Pero en verdad sépase: Aquí no desfallece. Se corrompe una infinitesimal parte de uno, algo así como media célula a la vez. Media célula que va quedándose hueca, que se rellena luego de ollín y que se convierte en ascuas al poco.
¡Imagínate, sapo horroroso que vive tras el espejo, las desventuras ampulosas! No es sencillo ser el arquitecto de la obra que hoy implotas, y mucho menos ser hacha del propio cuello. Poco de heroico habrá en ello, y la tragazón de las moscas lo verá perderse en brumas.
Mentira.
Vivir mintiendo es sencillo. Si, por lo tanto vivir vomitando verdades es la vía difícil: ¡Échame un verdadero reto, anciano berrugoso y salino! Porque muero de ganas por ver hasta qué punto comienza, como cacharro desvencijado, mi cuerpo a colapsar y a desmantelarse, pieza a pieza, tornillo a tornillo.

Etiquetas:

Algún silencio ajeno

Ya sabes. De esos días en que te sientes maderita flotando en altamar y acorde aplastado entre los dedos de una bella mujer. Entre sus labios, mejor. Si va a doler, que valga la pena.
Tiendo a tenderme bajo la tienda, y así, tendido y a tientas voy tentando las tentaciones con que el Tentador se ve tentado a tentarme...tan débil es su voluntad. La mía también y sucumbo a su danza.
¡Danza! Por su parte Dios se manifiesta en ella: la prueba de su existencia está en la genética perfectamente obrada de la mujer, que nace queriendo mover su cuerpo al ritmo de unos tambores, de unos aplausos, de unas monedas o de un suspiro.
Pero en verdad sépase: Aquí no desfallece. Se corrompe una infinitesimal parte de uno, algo así como media célula a la vez. Media célula que va quedándose hueca, que se rellena luego de ollín y que se convierte en ascuas al poco.
¡Imagínate, sapo horroroso que vive tras el espejo, las desventuras ampulosas! No es sencillo ser el arquitecto de la obra que hoy implotas, y mucho menos ser hacha del propio cuello. Poco de heroico habrá en ello, y la tragazón de las moscas lo verá perderse en brumas.
Mentira.
Vivir mintiendo es sencillo. Si, por lo tanto vivir vomitando verdades es la vía difícil: ¡Échame un verdadero reto, anciano berrugoso y salino! Porque muero de ganas por ver hasta qué punto comienza, como cacharro desvencijado, mi cuerpo a colapsar y a desmantelarse, pieza a pieza, tornillo a tornillo.

Etiquetas:

sábado, 24 de septiembre de 2011

Me ha dado por mezclar sabores

They were right about you...

Me ha dado por mezclar sabores
y por entre los dientes he dejado pasar ignominia
y desazón.
Escarabajos afables que parecen limarme la dentadura
con sus patitas de goznes rechinones.

Que caigan
la apatía y el gatillo,
sin que el percutor tras de mi nuca
llegue nunca a activarse.

Y si los libros hablaran, los libros de cocina, claro,
legitimarían mi actitud reciente
de vivir en la sinestesia:
aplicar las leyes de la escultura y el oro
a los platillos sensoriales
con que hemos retozado en las tardenoches
mi pobre estómago apaleado
y yo.

Etiquetas: , ,

Me ha dado por mezclar sabores

They were right about you...

Me ha dado por mezclar sabores
y por entre los dientes he dejado pasar ignominia
y desazón.
Escarabajos afables que parecen limarme la dentadura
con sus patitas de goznes rechinones.

Que caigan
la apatía y el gatillo,
sin que el percutor tras de mi nuca
llegue nunca a activarse.

Y si los libros hablaran, los libros de cocina, claro,
legitimarían mi actitud reciente
de vivir en la sinestesia:
aplicar las leyes de la escultura y el oro
a los platillos sensoriales
con que hemos retozado en las tardenoches
mi pobre estómago apaleado
y yo.

Etiquetas: , ,

miércoles, 27 de julio de 2011

Manual para espectros

Algunas siluetas sentadas frente al mar, unidas tan solo por los tequilas en sus estómagos, en sus gargantas.
Pero una de ellas se escabulle como suspiro intranquilo hacia la marea alta.
Atrapar sombras huidizas como líquido entre los dedos es una actividad peligrosa, un camino tortuoso y a veces infructífero para el que desespera. Pero dicen los que saben, que con todo esto, es una dulce dulce profesión.
El final feliz de éstas y otras expediciones jamás llega. Jamás.
Y no es de extrañar, porque no se trata de llegar a algún lado, de atrapar a la presa...si no de disfrutar el camino que lleva allí, el reto y el misterio.
No existe más manual para atapar sombras. Salvo las palabras que dictan el inconciente y el instinto porque para ellos esto y el amor son juegos ya jugados, tal vez en otras vidas.
 Y no hay, a final de cuentas razón para un manual, cuando todo conocimiento se puede resumir en una sabia frase, universal, indivisible, luminosa:
"Mientras damos con el indicado, disfrutemos al equivocado".

Dedicado a NNN

Etiquetas: ,

Manual para espectros

Algunas siluetas sentadas frente al mar, unidas tan solo por los tequilas en sus estómagos, en sus gargantas.
Pero una de ellas se escabulle como suspiro intranquilo hacia la marea alta.
Atrapar sombras huidizas como líquido entre los dedos es una actividad peligrosa, un camino tortuoso y a veces infructífero para el que desespera. Pero dicen los que saben, que con todo esto, es una dulce dulce profesión.
El final feliz de éstas y otras expediciones jamás llega. Jamás.
Y no es de extrañar, porque no se trata de llegar a algún lado, de atrapar a la presa...si no de disfrutar el camino que lleva allí, el reto y el misterio.
No existe más manual para atapar sombras. Salvo las palabras que dictan el inconciente y el instinto porque para ellos esto y el amor son juegos ya jugados, tal vez en otras vidas.
 Y no hay, a final de cuentas razón para un manual, cuando todo conocimiento se puede resumir en una sabia frase, universal, indivisible, luminosa:
"Mientras damos con el indicado, disfrutemos al equivocado".

Dedicado a NNN

Etiquetas: ,

martes, 5 de abril de 2011

Concientización

Etiquetas:

Concientización

Etiquetas:

lunes, 4 de abril de 2011

Aleatorismo

Tuve ganas de vomitar...pero no encontré la música de fondo apropiada. Ahora el aleatorio no me ayudaba; tal vez fuera una señal. ¡Nah! Es señal si le doy el significado y la importancia. De momento sólo es un grano en el trasero.
Yo logré salir de la barranca, me recae.
Por fin decidí tratar con un nuevo elixir para despejarme la garganta y cantar sin que las flemas intenten asesinarme. Y debo admitir que hasta ahora va bien...hasta mis oidos parecen despejarse un poco del exceso de cera que les caracteriza.
Las decisiones en la vida, en realidad recorren un aspecto ciertamente pequeño de posibilidades. Lo único que cambia es el tamaño y magnitud de lo implicado y del resultado. Pero en esencia es lo mismo decidir prender un cerillo que ir tras esas carnes que no nos dejan dormir, o eliminar a alguien de algún lado por alguna razón.

Así decidí tomar las riendas de mi vida: quité el modo aleatorio y escogí por mí mismo lo que habría de ambientar mis sueños recién remasterizados.

Etiquetas: , ,

Aleatorismo

Tuve ganas de vomitar...pero no encontré la música de fondo apropiada. Ahora el aleatorio no me ayudaba; tal vez fuera una señal. ¡Nah! Es señal si le doy el significado y la importancia. De momento sólo es un grano en el trasero.
Yo logré salir de la barranca, me recae.
Por fin decidí tratar con un nuevo elixir para despejarme la garganta y cantar sin que las flemas intenten asesinarme. Y debo admitir que hasta ahora va bien...hasta mis oidos parecen despejarse un poco del exceso de cera que les caracteriza.
Las decisiones en la vida, en realidad recorren un aspecto ciertamente pequeño de posibilidades. Lo único que cambia es el tamaño y magnitud de lo implicado y del resultado. Pero en esencia es lo mismo decidir prender un cerillo que ir tras esas carnes que no nos dejan dormir, o eliminar a alguien de algún lado por alguna razón.

Así decidí tomar las riendas de mi vida: quité el modo aleatorio y escogí por mí mismo lo que habría de ambientar mis sueños recién remasterizados.

Etiquetas: , ,

domingo, 27 de marzo de 2011


Mi ocio no es razón de falta de actividad, pensé. Mi falta de actividad es fruto de la importancia que le doy a mi tiempo de ocio.
Bendito el humano que dejó de arar la tierra y se puso a pintar sus manazas en casa, mientras trataba de plasmar sus demonios y no siguiendo la moda del vecino sino imponiendo la propia.


"finding beauty in the disonance"


Pequeña muesca en el cerebro que diferencia a los hombres irrisorios de los Monstruos y Titanes que llamamos "genios".

Etiquetas: , ,


Mi ocio no es razón de falta de actividad, pensé. Mi falta de actividad es fruto de la importancia que le doy a mi tiempo de ocio.
Bendito el humano que dejó de arar la tierra y se puso a pintar sus manazas en casa, mientras trataba de plasmar sus demonios y no siguiendo la moda del vecino sino imponiendo la propia.


"finding beauty in the disonance"


Pequeña muesca en el cerebro que diferencia a los hombres irrisorios de los Monstruos y Titanes que llamamos "genios".

Etiquetas: , ,

martes, 8 de marzo de 2011

Falla del circuito

Comer y mantenerse en forma. El ejercicio regular produce las endorfinas necesarias en el individuo para que se mantenga optimista incluso frente a las toneladas de rutina y el "estrés" a que se le somete a cada tanto.
Se controla al sujeto para que se mantenga alejado de vicios nocivos como el cigarro y la droga; no se le aleja del sexo, pero si se le ha erradicado el vicio mortal del amor.
Llega a casa y no por simple coincidencia enciende la televisión justo cuando va comenzando su programa favorito. Horas después, al sonar el comunicado en las calles de que ha llegado la hora de dormir, apaga el aparato justo a mitad del noticiero "imparcial" con que se entretiene su mente antes de dormir. Se detiene un poco en las noticias trágicas y sentimentales.
Por la mañana recorre sus habituales 3 kilómetros a medio trote, codo a codo con los vecinos de su cuadra. Platican entre sí mientras miran al frente. Está feliz hoy y eso le da energía para un pequeño sprint con el que deja la pista rumbo a su casa.
Regadera. Vestidor. Automóvil. Estacionamiento. Cubículo. Baño. Cubículo. Automóvil. Estadio.
El partido va fabuloso. El equipo local da la vuelta al marcador global en los últimos minutos y el estadio desborda euforia y cerveza. El camino de regreso, pese a la tortuosa lentitud, le parece corto mientras revive paso a paso el partido recién vivido.
Mientras espera que el semáforo cambie a verde se le viene a la mente una idea curiosa: Esto ya lo ha vivido antes; ¡miles de veces antes! Pero desecha el pensamiento con una sacudida y recién arranca al ver la luz verde es embestido brutalmente por un camión urbano.
A varios metros del impacto, tendido en el suelo recobra a medias el conocimiento. Una silueta muy alta y lejana lo ve sin prestarle mucha importancia.
Lo último que supo fue que quien lo miraba le decía a alguien más:
-Individuo defectuoso. Posible amenaza del sistema erradicada a las 00:38. Envíen equipo de limpieza.

Etiquetas: ,

Falla del circuito

Comer y mantenerse en forma. El ejercicio regular produce las endorfinas necesarias en el individuo para que se mantenga optimista incluso frente a las toneladas de rutina y el "estrés" a que se le somete a cada tanto.
Se controla al sujeto para que se mantenga alejado de vicios nocivos como el cigarro y la droga; no se le aleja del sexo, pero si se le ha erradicado el vicio mortal del amor.
Llega a casa y no por simple coincidencia enciende la televisión justo cuando va comenzando su programa favorito. Horas después, al sonar el comunicado en las calles de que ha llegado la hora de dormir, apaga el aparato justo a mitad del noticiero "imparcial" con que se entretiene su mente antes de dormir. Se detiene un poco en las noticias trágicas y sentimentales.
Por la mañana recorre sus habituales 3 kilómetros a medio trote, codo a codo con los vecinos de su cuadra. Platican entre sí mientras miran al frente. Está feliz hoy y eso le da energía para un pequeño sprint con el que deja la pista rumbo a su casa.
Regadera. Vestidor. Automóvil. Estacionamiento. Cubículo. Baño. Cubículo. Automóvil. Estadio.
El partido va fabuloso. El equipo local da la vuelta al marcador global en los últimos minutos y el estadio desborda euforia y cerveza. El camino de regreso, pese a la tortuosa lentitud, le parece corto mientras revive paso a paso el partido recién vivido.
Mientras espera que el semáforo cambie a verde se le viene a la mente una idea curiosa: Esto ya lo ha vivido antes; ¡miles de veces antes! Pero desecha el pensamiento con una sacudida y recién arranca al ver la luz verde es embestido brutalmente por un camión urbano.
A varios metros del impacto, tendido en el suelo recobra a medias el conocimiento. Una silueta muy alta y lejana lo ve sin prestarle mucha importancia.
Lo último que supo fue que quien lo miraba le decía a alguien más:
-Individuo defectuoso. Posible amenaza del sistema erradicada a las 00:38. Envíen equipo de limpieza.

Etiquetas: ,

viernes, 4 de marzo de 2011

Deliró

Deliró. Y con razón. Si lo que sus ojos dejaban pasar a su interior nadie antes lo había visto, ni nadie lo volvería a ver. Cuando menos no con el mismo significado que el que él le daba al portento.
La tierra se abrió como boca hambrienta. De su interior surgió una mujer. "¡Y qué mujer!" se sorprendió pensando y luego reprimiéndose por el lapsus. "Serán los nervios" dictaminó.
El alcohol en su sangre terminó empujándolo y haciéndolo caer sentado al piso.
-Necesito tu corbata- expresó la mujer con voz gruesa cuando ya tenía la dicha prenda en su mano. Desde luego el pobre borracho no pudo más que abrir los ojos tanto como la soñolencia se lo permitía. Luego retrocedió al agujero de que provino y que se rellenó al instante. Allí no había pasado nada, y el ilustre parroquiano sabía que no había cómo demostrar aquella ruptura del régimen de verosimilitud.
Caminó tristemente de regreso al pueblo. No reparó en el camino que seguía hasta que se descubrió de vuelta en la cantina frente al kiosko. "Mejor será olvidar, o pretender que olvido" le decía a su cerveza a través de sus ojos húmedos.
Eran aproximadamente las cuatro de la mañana cuando, intentando regresar a su casa, cayó como tronco en medio de la plaza principal.
Al día siguiente despertó con una cruda que parecía amenazar con matarlo. En cierto modo, la suerte estuvo de su lado ya que al volver plenamente al mundo consciente la sorpresa acabó eliminando de su mente hasta la palabra "cruda". Reconoció al instante encontrarse en una de las celdas de la policía municipal. Era el único en alguna de las jaulas.
Trató de recordar si había cometido alguna estupidez olímpica durante la noche anterior. En reversa fue reconstruyendo los hechos de que tenía memoria, hasta que se topó con la mujer que salía de la tierra. En ese momento sintió un escalofrío y se puso en pie. Frenético golpeó los barrotes hasta que un guardia apareció para callarlo.
-¿Qué carajos hago yo aquí? ¡Respóndeme, animal!
El policía lo miró de tal forma que el encerrado enmudeció al momento. Parecía decirle: "Ni siquiera deberías estar encerrado; deberían haberte fusilado!". Esto sólo logró inquietar más su aporreada cabeza.
Pasó todo ese día sin que viera otro humano, salvo la borrosa imagen que en su mente guardaba de la mujer salida de la tierra. Y si es que ésta era humana, claro.
Comenzaba  a atardecer cuando el mismo guardia fue a abrirle la celda, tras lo cual apretó de más las esposas en las muñecas del transgresor de la ley. Pareció disfrutar la mueca de dolor que éste hizo. A trompicones lo hizo llegar al kiosko de la plaza principal y lo sentó justo en el centro. Desde los jardines y al pie del kiosko casi todo el pueblo lo miraba con cierto desagrado y morbo. Alguien muy al fondo arrojó una piedra que estuvo a punto de abrirle la frente al acusado. Esto generó algunos vítores de apoyo, sin embargo las autoridades se vieron en la obligación de reprender al agresor que ahora pasaba a ser todo un mártir a ojos de la mayoría.
Pronto llegaron las autoridades superiores incluyendo al presidente municipal que se quedó detrás de la silla del acusado y vigilado por numerosos guardias. El presidente municipal carraspeó y sin más dijo:
-Por los incuantificables destrozos realizados tanto a propiedad del gobierno como de particulares, por las pérdidas económicas derivadas de la destrucción de ranchos y campos de cultivo y sobre todo por las vidas humanas arrebatadas salvajemente a más de cien personas sin distinción de género, edad o posición económica, el pueblo y gobierno declaramos que la sentencia que ha de caer sobre el acusado...- ladró el presidente municipal haciéndose oír con fuerza en toda la plaza sin necesidad de un megáfono.
-¿Qué? ¡Espere un momento! ¡Yo no hice nada!
-Silencio- contestó seco el presidente y prosiguió -...que la sentencia que ha de caer sobre el acusado sea la ejecución inmediata antes del anochecer. Esto debido a las condiciones extraordinarias y superlativas de las acciones de éste...- no pudo terminar; el enojo y el asco le cerraban la garganta.
La gente comenzó a abuchear y gritar injurias irrepetibles para con el "enjuiciado" que no podía salir de su horror y asombro.
Súbitamente, cuando le levantaban de la silla para conducirlo a la explanada donde le dispararían, una sacudida del suelo hizo tropezar a la mitad de la audiencia. Cayeron los guardias que lo custodiaban y él quedó de pie viendo sin ver cómo la tierra se hundía frente a él, como las arenas de un reloj. Del agujero inmenso que pronto se formó surgió la mujer de anoche, sólo que ahora lucía más joven e impactante.
Se acercó al condenado que permaneció petrificado y con los ojos cerrados como esperando un golpe. Cuando los abrió, la mujer acababa de colocarle su corbata al rededor del cuello y con gran perfección en la ejecución del nudo.
-Gracias. Ahora vámonos. - Lo tomó por la camisa y se lo llevó tierra adentro dejando la plancha de la plaza intacta y a todos los presentes huyendo entre gritos a sus casas.

Etiquetas:

Deliró

Deliró. Y con razón. Si lo que sus ojos dejaban pasar a su interior nadie antes lo había visto, ni nadie lo volvería a ver. Cuando menos no con el mismo significado que el que él le daba al portento.
La tierra se abrió como boca hambrienta. De su interior surgió una mujer. "¡Y qué mujer!" se sorprendió pensando y luego reprimiéndose por el lapsus. "Serán los nervios" dictaminó.
El alcohol en su sangre terminó empujándolo y haciéndolo caer sentado al piso.
-Necesito tu corbata- expresó la mujer con voz gruesa cuando ya tenía la dicha prenda en su mano. Desde luego el pobre borracho no pudo más que abrir los ojos tanto como la soñolencia se lo permitía. Luego retrocedió al agujero de que provino y que se rellenó al instante. Allí no había pasado nada, y el ilustre parroquiano sabía que no había cómo demostrar aquella ruptura del régimen de verosimilitud.
Caminó tristemente de regreso al pueblo. No reparó en el camino que seguía hasta que se descubrió de vuelta en la cantina frente al kiosko. "Mejor será olvidar, o pretender que olvido" le decía a su cerveza a través de sus ojos húmedos.
Eran aproximadamente las cuatro de la mañana cuando, intentando regresar a su casa, cayó como tronco en medio de la plaza principal.
Al día siguiente despertó con una cruda que parecía amenazar con matarlo. En cierto modo, la suerte estuvo de su lado ya que al volver plenamente al mundo consciente la sorpresa acabó eliminando de su mente hasta la palabra "cruda". Reconoció al instante encontrarse en una de las celdas de la policía municipal. Era el único en alguna de las jaulas.
Trató de recordar si había cometido alguna estupidez olímpica durante la noche anterior. En reversa fue reconstruyendo los hechos de que tenía memoria, hasta que se topó con la mujer que salía de la tierra. En ese momento sintió un escalofrío y se puso en pie. Frenético golpeó los barrotes hasta que un guardia apareció para callarlo.
-¿Qué carajos hago yo aquí? ¡Respóndeme, animal!
El policía lo miró de tal forma que el encerrado enmudeció al momento. Parecía decirle: "Ni siquiera deberías estar encerrado; deberían haberte fusilado!". Esto sólo logró inquietar más su aporreada cabeza.
Pasó todo ese día sin que viera otro humano, salvo la borrosa imagen que en su mente guardaba de la mujer salida de la tierra. Y si es que ésta era humana, claro.
Comenzaba  a atardecer cuando el mismo guardia fue a abrirle la celda, tras lo cual apretó de más las esposas en las muñecas del transgresor de la ley. Pareció disfrutar la mueca de dolor que éste hizo. A trompicones lo hizo llegar al kiosko de la plaza principal y lo sentó justo en el centro. Desde los jardines y al pie del kiosko casi todo el pueblo lo miraba con cierto desagrado y morbo. Alguien muy al fondo arrojó una piedra que estuvo a punto de abrirle la frente al acusado. Esto generó algunos vítores de apoyo, sin embargo las autoridades se vieron en la obligación de reprender al agresor que ahora pasaba a ser todo un mártir a ojos de la mayoría.
Pronto llegaron las autoridades superiores incluyendo al presidente municipal que se quedó detrás de la silla del acusado y vigilado por numerosos guardias. El presidente municipal carraspeó y sin más dijo:
-Por los incuantificables destrozos realizados tanto a propiedad del gobierno como de particulares, por las pérdidas económicas derivadas de la destrucción de ranchos y campos de cultivo y sobre todo por las vidas humanas arrebatadas salvajemente a más de cien personas sin distinción de género, edad o posición económica, el pueblo y gobierno declaramos que la sentencia que ha de caer sobre el acusado...- ladró el presidente municipal haciéndose oír con fuerza en toda la plaza sin necesidad de un megáfono.
-¿Qué? ¡Espere un momento! ¡Yo no hice nada!
-Silencio- contestó seco el presidente y prosiguió -...que la sentencia que ha de caer sobre el acusado sea la ejecución inmediata antes del anochecer. Esto debido a las condiciones extraordinarias y superlativas de las acciones de éste...- no pudo terminar; el enojo y el asco le cerraban la garganta.
La gente comenzó a abuchear y gritar injurias irrepetibles para con el "enjuiciado" que no podía salir de su horror y asombro.
Súbitamente, cuando le levantaban de la silla para conducirlo a la explanada donde le dispararían, una sacudida del suelo hizo tropezar a la mitad de la audiencia. Cayeron los guardias que lo custodiaban y él quedó de pie viendo sin ver cómo la tierra se hundía frente a él, como las arenas de un reloj. Del agujero inmenso que pronto se formó surgió la mujer de anoche, sólo que ahora lucía más joven e impactante.
Se acercó al condenado que permaneció petrificado y con los ojos cerrados como esperando un golpe. Cuando los abrió, la mujer acababa de colocarle su corbata al rededor del cuello y con gran perfección en la ejecución del nudo.
-Gracias. Ahora vámonos. - Lo tomó por la camisa y se lo llevó tierra adentro dejando la plancha de la plaza intacta y a todos los presentes huyendo entre gritos a sus casas.

Etiquetas:

viernes, 4 de febrero de 2011

Más que un par de miradores

"...Y por decirlo así, fabricado con tal arte y artificio, que en razón de cuerpo, y dentro de sus límites, en ningún modo puede imaginarse cosa más perfecta y acabada en tanto grado, que la estructura sola de los ojos, a quien la contemple, y examine con atención, no podrá menos de parecerle uno de los mayores portentos y milagros."


Juan Interián de Ayala. El pintor cristiano y erudito,
o tratado de los errores que suelen cometerse frecuentemente en pintar, y esculpir las imágenes Sagradas. Siglo XVIII

Etiquetas: ,

Más que un par de miradores

"...Y por decirlo así, fabricado con tal arte y artificio, que en razón de cuerpo, y dentro de sus límites, en ningún modo puede imaginarse cosa más perfecta y acabada en tanto grado, que la estructura sola de los ojos, a quien la contemple, y examine con atención, no podrá menos de parecerle uno de los mayores portentos y milagros."


Juan Interián de Ayala. El pintor cristiano y erudito,
o tratado de los errores que suelen cometerse frecuentemente en pintar, y esculpir las imágenes Sagradas. Siglo XVIII

Etiquetas: ,

lunes, 31 de enero de 2011

Ascuas

Etiquetas:

Ascuas

Etiquetas:

viernes, 28 de enero de 2011

Silencio a dos voces


Comenzamos para terminar.
Los comienzos son luces amarillas brillantes
que se encienden en algún salón enorme. 
Y desde un rincón sombrío me miras
con figuras taciturnas que respiran
que se mueven y que gritan
en medio de los dos.

No te conozco y sin embargo te necesito.
El mundo es el punto de encuentro de las almas
y el polvo es la ceniza que queda de los mundos anteriores.

1 de Septiembre de 2008

Etiquetas: , ,

Silencio a dos voces


Comenzamos para terminar.
Los comienzos son luces amarillas brillantes
que se encienden en algún salón enorme. 
Y desde un rincón sombrío me miras
con figuras taciturnas que respiran
que se mueven y que gritan
en medio de los dos.

No te conozco y sin embargo te necesito.
El mundo es el punto de encuentro de las almas
y el polvo es la ceniza que queda de los mundos anteriores.

1 de Septiembre de 2008

Etiquetas: , ,